domingo, 29 de marzo de 2009

EL POZO

de Pablo Neruda



A veces te hundes,
caes en tu agujero de silencio,
en tu abismo de cólera orgullosa,
y apenas puedes volver,
aún con jirones de lo que hallaste
en la profundidad de tu existencia.


Amor mío,
qué encuentras en tu pozo cerrado?
Algas, ciénagas, rocas?
Qué ves con ojos ciegos,
rencorosa y herida?
Mi vida,
no hallarás en el pozo
en que caes lo que yo guardo
para ti en la altura:
un ramo de jazmines con rocío,
un beso más profundo que tu abismo.



No me temas,
no caigas en tu rencor de nuevo.
Sacude la palabra mía
que vino a herirte
y déjala que vuele
por la ventana abierta.
Ella volverá a herirme
sin que tú la dirijas
puesto que fue cargada
con un instante duro y
ese instante será desarmado en mi pecho.
Sonríeme radiosa
si mi boca te hiere.
No soy un pastor dulce
como en los cuentos de hadas,
sino un buen leñador que comparte contigo
tierra, viento y espinas de los montes.
Ámame tú, sonríeme,
ayúdame a ser bueno.
No te hieras en mí, que será inútil,
no me hieras a mi porque te hieres.

2 comentarios:

Unknown dijo...

hermosa poesía con todos los matices imaginables............
buen gusto, sin duda!!
un abrazo

El Caballero dijo...

Neruda es uno de los poco poetas que me agradan, aparte de Byron... Au revoir.